Que Susana Giménez parecía un freezer con ese vestido blanco. Que el novio de Moria Casán casi se va a las piñas con un hombre que decía pretenderla. Que Viky Xipolitakis era la más requerida a la hora de las selfies. Que Mirtha Legrand se fue antes de que terminara la ceremonia cuando ya estaba cantado que el premio a Mejor Conductora no sería para ella. Lo mejor de la gala de los Martín Fierro son, sin duda, los comentarios del día después. Y muchos de ellos se filtraron ayer en la prensa porteña.
La palabra más buscada fue la de Julio Chávez, quien recibió la estatuilla a Mejor Protagónico Masculino y fue el dueño del discurso más fuerte de la noche. “En mi vida social nunca me animé a hacer una escena de amor tan intensa como la de ‘Farsantes’. Y no porque no haya estado enamorado, varias veces amé profundamente”, admitió el actor, quien pidió disculpas a sus ex parejas. Pero las declaraciones de Chávez posteriores a la fiesta no ahondaron en ese mensaje sino que se refirieron a la pelea con Facundo Arana, que no estuvo en la ceremonia y de quien muy pocos se acordaron en los agradecimientos.
“¿No te hubiera gustado que estuviera todo el equipo para festejar (el Martín Fierro de Oro)?”, se le preguntó. “Si yo dijese eso, sería un hipócrita. No me gusta ser un hipócrita. No somos una banda de amigos inseparables, somos un grupo de gente adulta. El que está es porque quiere estar y, por suerte, puede no estar aquel que no quiere estar”, respondió Chávez. La pregunta sobre Arana fue recurrente y no siempre Chávez tuvo ganas de contestarla; antes, durante la gala, el actor se había molestado con un periodista que le consultó sobre las fricciones en el elenco. “Estoy acá porque me gané un premio por mi trabajo. Me parece una falta de respeto que me pregunten algo así”.
Más conciliador, Adrián Suar también habló de la ausencia de Arana. “Facundo sintió que no tenía que estar, me hubiese gustado que esté. De puertas para adentro pasaron cosas. No hay que tenerle miedo al intercambio de palabras. Se exageró: el producto y la calidad de los actores estaban por encima de eso”.
Hubo otros enojos, como el de Mirtha Busnelli, que se indignó con algunos invitados que fumaban a la salida del salón, cerca de la entrada a los baños, y los obligó a apagar sus cigarrillos. Y una situación tensa protagonizaron Bruno Spinetto, el novio de Moria, y Andy Chango. Este último le dijo que estaba enamorado de la diva y que la cuidara porque él estaba primero en la fila para sucederlo. Spinetto no entendió la broma y atinó a pegarle, pero la pelea se diluyó gracias a la intervención de Casán.